Día de la Tierra: Mujer y Medio Ambiente
- Círculo de Derechos Humanos - UNMSM
- 23 abr 2022
- 7 Min. de lectura
Catherine Sofía Alarcón Sovero
Miembro principal del Círculo de Derechos Humanos - UNMSM
INTRODUCCIÓN
La problemática ambiental es un tema que ha tomado relevancia en las agendas públicas de los Estados desde el siglo pasado, después de la Segunda Guerra Mundial, un lamentable suceso histórico que marcó la historia haciendo reflexionar a la humanidad sobre la importancia de cuidar de nuestro planeta, nuestro hogar.
Si bien, ha habido una serie de avances importantes relacionados a la problemática ambiental con el desarrollo y aplicación de programas y políticas ambientales, considero que no se ha tomado en cuenta en el desarrollo de dichas políticas y programas a un grupo que conforma más de la mitad de la población: las mujeres.
La presente nota académica pretende visibilizar por el día de la tierra, la importante labor que cumplen las mujeres alrededor del mundo para la preservación del medio ambiente en la gestión de recursos ambientales, así como, visibilizar la problemática ambiental afecta de distinta manera los derechos humanos de las mujeres.
1. El derecho al medio ambiente sano como Derecho Humano y su relación con la mujer
El derecho al medio ambiente sano es un derecho humano que en los últimos años está siendo reconocido por los Estados y dotado de contenido. Este derecho pertenece a los comúnmente llamados derechos económicos, sociales y culturales.
El derecho al medio ambiente sano es reconocido de manera implícita en el artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y desarrollado con mayor énfasis en el artículo 11 del Protocolo de San Salvador, ambos instrumentos internacionales vinculantes para el Perú. En ese mismo sentido, la Corte IDH en la Opinión Consultiva OC-23/17 sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente ha desarrollado con mayor énfasis este derecho reconociéndolo como un derecho autónomo y conexo a otros derechos clasificados como sustantivos y de procedimiento, siendo los primeros, aquellos derechos humanos relacionados con la degradación ambiental como el derecho a la salud y propiedad; y los segundos, relacionados a la libertad de expresión, participación ciudadana, así como, el acceder a un recurso efectivo, entre otros. De ahí que los Estados, tengan el deber de cumplir una serie de obligaciones ambientales con el fin de salvaguardar el derecho al medio ambiente sano y los demás derechos que lo involucran.
Ahora, como el medio ambiente se relaciona con la mujer y sus derechos. Esta temática surge hace un par de décadas con las diferentes líneas de pensamiento que desarrollaremos en líneas posteriores, así como, con las diversas conferencias como es la Cumbre de Río de Janeiro en el año 1992, la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en 1995, donde se reconoce el papel transcendental de la mujer en la preservación del medio ambiente y en la administración de los recursos naturales, asimismo, se estableció como objetivo el desarrollo de mecanismos que permitan, promuevan y fortalezcan la participación activa de las mujeres en la toma de decisiones en temas ambientales que las involucren. En el año 1985, la ONU en el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente empezó los primeros estudios sobre la problemática del medio ambiente y cómo ésta se relacionaba con la situación de roles y exclusión de las cuales las mujeres son parte. Asimismo, a partir de los años ochenta, se fueron formando distintas líneas de pensamiento como el ecofeminismo que concebía a las mujeres y a la naturaleza como uno solo. Para esta corriente de pensamiento, una parte esencial de la mujer estaba arraigada a la naturaleza, de ahí que la mujer sea considerada como “gestora y cuidadora de vida”. Para ello, el ecofeminismo basaba sus argumentos en aspectos tanto biológicos como culturales de las mujeres, los primeros relacionados a la maternidad, lactancia, menstruación, y los segundos al rol de cuidadoras que las mujeres ejercen. En consecuencia, para el ecofeminismo las mujeres dada la relación especial con la naturaleza tienen el deber fundamental de cuidar de ella, a su vez, la cercanía de las mujeres con la naturaleza les proporcionaría a éstas un conocimiento "especial" que les permitirá salvar el planeta (Shiva, 1989).
En los años noventa, surge una nueva línea de pensamiento como respuesta al ecofeminismo llamado “género, medio ambiente y sustentabilidad” cuyos postulados permiten identificar las diferencias existentes entre las mujeres enfatizando el carácter sociohistórico y cultural de los procesos de subordinación y negociación en los que se encuentran insertas.
Para esta corriente es importante tomar en cuenta que las mujeres podemos sufrir una mayor vulnerabilidad por nuestro género, y aún más, por factores geográficos, económicos, culturales, entre otros, que hacen que problemas ambientales como la degradación ambiental no impacte a todas las mujeres de la misma manera siendo las mujeres pobres, por ejemplo, las más afectadas. Asimismo, también podemos ver la discriminación hacia las mujeres en torno a la participación ciudadana, ya que, pocas veces son consideradas para la elaboración de soluciones sobre la problemática ambiental.
2. Equidad de género para alcanzar la sostenibilidad
La equidad de género en materia ambiental significa, en primer lugar, buscar la igualdad en las diferencias, esto es, los hombres y las mujeres desempeñan diversas actividades para la gestión y el control de los recursos naturales, por lo que, es necesario la adopción de políticas y programas que identifique cuáles son los recursos a cargo de los hombres y de las mujeres. Recordemos que las mujeres tienen una presencia importante en la administración de los recursos naturales, en otras palabras, en la gestión ambiental, por tanto, es importante, al momento de desarrollar programas o políticas se tome en cuenta sus necesidades, prioridades, opiniones y requerimientos, lo cual permitirá que dichas políticas y/o programas las favorezcan y disminuyan las desigualdades existentes en razón a su género. En segundo lugar, la equidad de género también significa que los impactos del cambio climático afectan de distinta forma a los hombres y a las mujeres. A modo de ejemplo, según datos de la ONU (2012), las mujeres y las niñas también soportan la mayor carga de la recogida de agua en los países en desarrollo. De hecho, un análisis de 25 países en África subsahariana reveló que el 71 por ciento de las personas que recogen agua en la región son mujeres y niñas, y que en un solo día las mujeres colectivamente dedican unos 16 millones de horas a ir a buscar agua (en comparación: los hombres, 6 millones de horas). Estos datos permiten afirmar que la función de acarrear el agua está designada específicamente a las mujeres, asimismo, dada la situación climática actual donde cada vez es más notorio la escasez de agua, las más afectadas son las mujeres porque esto implicaría que tengan que recorrer distancias más largas para la obtención del agua [1].
Reconocer estas diferencias, permitirá que las acciones que se implementen estén diseñadas acorde al público objetivo y a la problemática que les aborda lo cual propiciará beneficios parejos entre los hombres y mujeres.
3. Liderazgos notables para la preservación del medio ambiente
Wangari Maathai nació el 1 de abril de 1940 en Nyeri (Kenia). Fue la primera mujer de África Central y Oriental en obtener un título de doctorado, posteriormente, en el año 1977, fundó el Movimiento Cinturón Verde, una organización de base medioambiental que ha ayudado a las mujeres y sus familias en la siembra de más de 40 millones de árboles en Kenia para proteger el medio ambiente y promover medios de vida sostenibles [2].
Debido a la gran iniciativa de plantación de millones de árboles realizada por mujeres, Wangari Maathai fue conocida como la “mujer árbol” y galardonada el 4 de octubre del 2004 con el Premio Nobel de la Paz por su contribución a la preservación del medio ambiente. En ese mismo sentido, se creó el premio “Wangari Maathai” en honor a ella que busca reconocer la labor de las personas por defensa de los bosques del mundo [3].
Por otro lado, en los últimos años, Greta Thunberg quien es una joven activista sueca por el cambio climático comenzó de manera personal una huelga escolar en el año 2018. Con su pancarta de “En huelga por el clima”, se sentaba cada viernes frente al Parlamento de Suecia para exigir medidas contundentes en defensa del planeta. Su ejemplo ha inspirado la creación de “Fridays for Future”, el mayor movimiento global de jóvenes por el clima. En el año 2019, participó en La Cumbre de Acción del Clima convocada por el secretario general de la ONU donde expresó en su discurso su disconformidad con los avances hasta el momento realizados para frenar el cambio climático [4].
Conclusiones
El derecho al medio ambiente sano es un derecho humano autónomo conexo a una serie de derechos clasificados en dos tipos. Los primeros relacionados a la degradación ambiental cuya problemática afecta principalmente a los derechos a la vida, salud e integridad. Los segundos se refieren a derechos relacionados con la libertad de expresión, como es el derecho a la participación ciudadana en temas ambientales.
El ecofeminismo fue una de las primeras líneas de pensamiento que pretendió relacionar a la mujer y el medio ambiente, así como visibilizar el rol que cumple la mujer en la naturaleza. Sin embargo, considero que el ecofeminismo se basó en argumentos estereotipados acerca de la mujer como es el de considerar que las mujeres tienen un rol de “crianza y cuidado” y este rol extenderlo con el deber de cuidar a la naturaleza. De ahí que, a las mujeres se les atribuya una responsabilidad sin tomar en cuenta otros factores como es si disponen o no con recursos para hacerlo y olvidando que cuidar del medio ambiente es una tarea que involucra también a la sociedad en general.
El género debe ser un factor de análisis al momento de la elaboración de las políticas públicas ambientales, ya que así, se podrá conocer cuáles son las verdaderas implicancias de las diferencias de las relaciones y administración de recursos entre el hombre y la mujer.
Se debe aspirar a la participación ciudadana de las mujeres en todos los niveles de los procesos de consulta y toma decisiones, asimismo, las mujeres deben formar parte también de los estudios que se realizan al momento de la elaboración de políticas y programas, ya que así se asegurará que dichas políticas y programas respondan efectivamente a los requerimientos de las mujeres.
Referencias bibliográficas
[1] Informe sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Naciones Unidas, 2012. https://mdgs.un.org/unsd/mdg/Resources/Static/Products/Progress2012/Spanish2012.pdf
[2] CNDH. Wangari Maathai primer Premio Nobel de la Paz a mujer africana. https://www.cndh.org.mx/noticia/wangari-maathai-primer-premio-nobel-de-la-paz-mujer-africana
[3] Naciones Unidas. Mensajeros de la paz. https://www.un.org/es/mensajeros-de-la-paz/wangari-maathai
[4] Cinco activistas medioambientales que debes conocer. Ayuda en Acción. https://ayudaenaccion.org/blog/sostenibilidad/activistas-medio-ambiente/

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