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Hora de situar a la salud mental dentro de la agenda política pública

  • Foto del escritor: Círculo de Derechos Humanos - UNMSM
    Círculo de Derechos Humanos - UNMSM
  • 10 oct 2020
  • 10 Min. de lectura

Título original: "Hora de situar a la salud mental dentro de la agenda política pública"


Tatiana Espinoza Nava

Miembro Principal del Círculo de Derechos Humanos-UNMSM




1.- INTRODUCCIÓN

Desde 1992, cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, el cual fue impulsado por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) con el copatrocinio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de promover la conciencia sobre diferentes aspectos de la salud mental en la población general. [1]

La importancia de esta conmemoración se debe a lo primordial que es la salud mental para la vida plena de las personas. En ese sentido, la salud mental abarca el bienestar emocional, psicológico y social. También, es vital porque afecta la manera en la que pensamos, sentimos e interactuamos en la vida cotidiana. [2] Además, la salud mental no solo concierne a los aspectos de atención y cuidado posterior, sino también corresponde al terreno de la prevención y la promoción de un ambiente sociocultural adecuado, el que debe acompañarse en todas las etapas de la educación. En ese sentido, esta temática no reside solamente en los expertos tales como psicopedagogos, psicólogos y psiquiatras, sino que forma parte de las responsabilidades de los Estados, del núcleo familiar, de los medios de comunicación, de los centros de educación y de trabajo y de la sociedad en su conjunto.

Desafortunadamente, hasta la actualidad, la salud mental es una de las áreas más desatendidas de los sistemas de salud públicos del mundo. Lo cual se debe al poco interés de las autoridades para situar la salud mental en las agendas públicas de los gobiernos y al desconocimiento o estigmas de la población en general.

Debido a ello, el lema de la campaña mundial de este año es «Moverse a favor de la salud mental: invirtamos en ella». Esta campaña ofrece la oportunidad de apostar a favor de la vida: a nivel individual, de tomar medidas concretas a favor de nuestra propia salud mental y apoyar a los amigos y familiares afectados por trastornos mentales; como empleadores, de adoptar medidas para poner en marcha programas de bienestar de los empleados; a nivel gubernamental, de comprometerse a establecer o ampliar los servicios de salud mental; y como periodistas, de explicar qué más puede y debe hacerse para que la salud mental sea una realidad para todos. [3]

2. El derecho a la salud mental

En primer lugar, se debe entender que el derecho a la salud mental se encuentra dentro del derecho a la salud; ya que, la salud se define como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

En tal sentido, el derecho a la salud está reconocido, ya sea expresa o tácitamente, en varios instrumentos jurídicos de derechos humanos. De esa manera, en el Sistema Universal de Derechos Humanos lo tenemos presente en estos tratados:

❏ El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (art.12)

❏ La Convención sobre los Derechos del Niño (art. 24)

❏ La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (art.25)

❏ La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (arts.10 h); 11, párr.1 f); 11,párr. 2; 12 y 14,párr. 2 b)).

Entonces, se trata de un derecho inclusivo que abarca tanto la atención de salud oportuna y apropiada como los principales factores determinantes de la salud. En el caso de la salud mental, constituyen factores determinantes: el bajo nivel socioeconómico, la violencia y los abusos, las experiencias negativas en la infancia, el desarrollo en la primera infancia y el hecho de contar o no con relaciones solidarias y tolerantes en la familia, el lugar de trabajo y otros entornos.

Asimismo, el derecho a la salud conlleva libertades (como la de controlar la propia salud y el propio cuerpo y el derecho a no padecer injerencias, a no ser sometido a torturas o a tratamientos médicos no consensuales) y prerrogativas (como el derecho a un sistema de salud que brinde a las personas oportunidades iguales para disfrutar del más alto nivel posible de salud). Si bien la realización del derecho a la salud es progresiva, en razón de las limitaciones de recursos, el componente de libertad que entraña ese derecho no está condicionado al logro progresivo ni a la disponibilidad de recursos. [4]

Por su parte, en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, el derecho a la salud está regulado en los siguientes tratados:

❏ La Convención Americana sobre Derechos Humanos (indirectamente en el art. 26)

❏ Carta de la OEA (art. 34 literales i) y l))

❏ Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales "Protocolo de San Salvador" (art. 10)

De esta manera, podemos destacar la labor de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el 2001, por la realización de la Recomendación sobre la promoción y protección de los derechos de las personas con discapacidad mental. Algunas de estas recomendaciones de la CIDH a los Estados incluyeron: [5]

  1. Ratificar la Convención Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación de las Personas con Discapacidad.

  2. Tomar medidas de carácter legislativo, judicial, administrativo, educativo y de otra índole para diseminar por medios apropiados y dinámicos los estándares internacionales y normas convencionales de derechos humanos de las personas con discapacidad mental.

  3. Reformar las leyes existentes en materia de salud mental o discapacidad en general y, si éstas no existen, crear leyes que garanticen el respeto de las libertades fundamentales y los derechos humanos de las personas con discapacidad mental y sus familiares.

  4. Promover e implementar a través de legislación y planes nacionales de salud mental la organización de servicios comunitarios de salud mental cuyos objetivos sean la plena integración de las personas con discapacidad mental en la sociedad.

  5. Establecer mecanismos de concientización, educación pública y acciones tendientes a combatir la estigmatización y discriminación de las personas con discapacidad mental.

Por otro lado, en la legislación peruana encontramos solo una ley en esta materia, la cual es la Ley de Salud Mental, Ley N. ° 30947. Esta normativa fue recientemente promulgada el 30 de abril de 2019 con el objetivo de garantizar el acceso a los servicios, promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación, como condiciones para el pleno derecho a la salud y el bienestar de la persona, la familia y la comunidad. Según esta ley, la atención de la salud mental considera el modelo de atención comunitaria, así como el respeto a los derechos humanos y la dignidad de la persona, sin discriminación, y el abordaje intercultural, sin estigmatización de las personas con problemas en salud mental. [6]

No cabe duda alguna que el derecho a la salud mental es un derecho humano. Sin embargo, a pesar de que es evidente que no puede haber salud sin salud mental, en ningún lugar del mundo, la salud mental se encuentra en plano de igualdad con la salud física, en términos de presupuesto o educación y práctica médicas.

3. Un problema de salud pública en el Perú [7]

En nuestro país, el Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado -Hideyo Noguchi” (INSM) ha venido desarrollando investigaciones epidemiológicas con el objetivo de realizar el diagnóstico de la salud mental en las regiones. De tal forma, en nuestro país, la depresión es la patología más frecuente y acarrea complicaciones tanto físicas como mentales que junto a la poca adherencia al tratamiento, a la disfunción social y al pobre autocuidado de la salud, determinan que el paciente se encuentre en un peor estado de salud respecto de los que no presentan esta patología. A pesar de ello, la depresión y otras afecciones mentales siguen siendo patologías mentales subdiagnosticadas y con brechas amplias de atención.

Según los resultados generales del estudio en hospitales regionales del 2015, respecto a los estresores psicosociales, los cuales refleja en cierta medida las condiciones contextuales y económicas del país, se evidencia que la población presenta una alta tensión ante diversas situaciones:

● Relacionadas con la salud (53,4%)

● Relacionadas con el dinero (37,5%)

● Relacionadas con la delincuencia (35,1%)

Nótese que las mujeres muestran mayores niveles de tensión ante los diferentes tipos de estresores cotidianos en comparación con los varones.

Respecto a los indicadores suicidas, desde las formas más sutiles, como los deseos de morir, hasta los pensamientos suicidas específicos, el planeamiento y el intento suicida. En la población adulta, se observa lo siguiente:

● Alguna vez en su vida ha presentado deseos de morir (25,2%)

● Lo ha considerado en el último año (7,0%)

● Lo ha considerado en el último mes (3,1%)

Notándose una definida predominancia en las mujeres.

En el otro extremo, en cuanto al intento suicida, que tiene un mayor impacto personal, familiar y económico, se reporta lo siguiente:

● Ha intentado suicidarse alguna vez en su vida (3,0%)

● Lo ha intentado en el último año (0,5%)

● Lo ha intentado en el último mes (0,1%).

De las personas que intentaron suicidarse, el 13,33% considera todavía dicha conducta como una posibilidad. La prevalencia de vida, anual y mensual de los indicadores suicidas es consistentemente mayor en las mujeres que en los hombres.

Respecto a los trastornos mentales presentamos la siguiente data:

● Alguna vez en su vida había sufrido algún trastorno mental (44,2%)

● Lo padeció en el último año (18,9%)

● Lo presentaba al momento de realizarse la encuesta (12,2%)

Las mujeres han presentado algún trastorno mental en general en un porcentaje significativamente mayor en comparación con los varones.

Considerando categorías amplias y las prevalencias de vida, los trastornos mentales se han representado de la siguiente manera:

● Trastornos depresivos (38,3%)

● Trastornos de ansiedad (14,3%)

● Problemas por uso de sustancias en menor medida.

Con relación al género, se observa el predominio en la población femenina en forma significativa de los trastornos depresivos, 18,2% versus 11,7% en el año, y trastornos de ansiedad, 4,9% versus 3,1%; mientras que el abuso o dependencia de cualquier sustancia predomina en la población masculina con un 2,5% versus 0,7%.

4. Salud mental y el COVID-19

Sin duda, el año 2020 es uno de los que más quedará marcado en nuestra época. Lamentablemente, a causa de la pandemia provocada por el COVID-19 nuestras vidas cotidianas se han visto considerablemente alteradas. En los últimos meses hemos sido testigos de los obstáculos que han presentado, principalmente, el sistema de salud, seguido de los trabajadores, los estudiantes, y más sectores de la población que se han visto notablemente afectados. Claramente, la pandemia también ha evidenciado y agudizado la presencia de diferencias socioeconómicas, corrupción, violencia, etc. Todo ello siendo aún más devastador en las poblaciones vulnerables, las cuales se han encontrado con mayor perjuicio en esta situación de pandemia.

Como consecuencia de ello, la salud mental de la población se ha ido deteriorando en el transcurso de este periodo. De esa manera, los sentimientos de miedo, preocupación y estrés han sido las respuestas más comunes en estos momentos de incertidumbre y crisis. Además, al temor de contraer el virus se suma el impacto de los grandes cambios en nuestra vida habitual provocados por las medidas de contención que adoptan los gobiernos para frenar la propagación del virus. De esa manera, la creciente estadística de muertes por COVID-19, el aumento del desempleo, la educación a distancia o la falta de ella por diferentes motivos, el distanciamiento físico de nuestros seres queridos, el trabajo desde el hogar con múltiples distracciones y otras innumerables desventajas que nos ha traído la pandemia han afectado no solo nuestra salud física, sino y sobretodo, nuestra salud mental. [8]

Ante ello, la Organización Panamericana de la Salud considera, según la experiencia adquirida en emergencias pasadas, que las necesidades de apoyo psicosocial y en materia de salud mental aumentarán considerablemente en los próximos meses y años. Por eso, considera que ahora más que nunca es sumamente importante invertir en los programas de salud mental en el ámbito nacional e internacional, los cuales han sido infrafinanciados desde hace muchos años. En esa línea, como mencionamos antes, la campaña del Día Mundial de la Salud Mental de este año se ha propuesto conseguir el incremento de las inversiones a favor de la salud mental. [9]

5. Conclusiones

Como principal conclusión, debe quedar sólidamente claro que el derecho a la salud mental es un derecho humano y como tal esta reconocido en diversos instrumentos jurídicos internacionales que versan sobre derechos humanos. Por ello, los Estados tienen la obligación de aunar esfuerzos para promover y proteger este derecho siguiendo los estándares y recomendaciones de la materia.

Asimismo, según la data presentada al 2015, en nuestro país el mayor estresor psicosocial, paradójicamente, es el relacionado con la salud. Probablemente esto se deba al deficiente sistema de salud público de nuestro país. Además, es muy alarmante que un cuarto de la población muestreada haya tenido deseos de morir alguna vez en su vida. También, causa sorpresa que el 44,2 % de esta población haya sufrido en algún momento un trastorno mental.

Además, otro dato es que el trastorno más frecuente es la depresión. Como también, es resaltante que, según estos resultados, las mujeres sean la población más afectada con referencia de los hombres.

Finalmente, debo manifestar que el principal motivo de esta nota es la llamada de atención a los Estados y con énfasis al Estado peruano; ya que, la salud mental no ha sido puesta como un tema prioritario en la agenda pública en estos años. Por ello, debemos unir esfuerzos para que se concientice la importancia de la salud mental en la sociedad y en los gobiernos.

Por ello, como bien enfatiza el lema de la campaña mundial de este año: ¡Muévanse a favor de la salud mental: invirtamos en ella!




[1] Infocop. (2006). Hoy, 10 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. octubre 9, 2020, del Consejo General de la Psicología de España. Sitio web: http://www.infocop.es/view_article.asp?id=1071

[2] Ros, L. (2020). Cuidar la salud mental, un reto global. octubre 9, 2020, de La Vanguardia. Sitio web:

https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20201005/483846856830/cuidar-la-salud-mental-un-reto-global.html

[3] Organización Mundial de la Salud. (2020). Día Mundial de la Salud Mental: la campaña. octubre 9, 2020, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sitio web: https://www.who.int/es/campaigns/world-mental-health-day/world-mental-health-day-2020/world-mental-health-day-campaign

[4] Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. (2017, enero 31). Salud mental y derechos humanos Informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos e informes de la Oficina del Alto Comisionado y del Secretario General, A/HRC/34/32, 4. 2020, octubre 10. Sitio web: https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G17/021/37/PDF/G1702137.pdf?OpenElement

[5] Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (2001). Recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la promoción y protección de los derechos de las personas con discapacidad mental. octubre 10, 2020, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sitio web: http://www.cidh.org/annualrep/2000sp/cap.6d.htm

[6] Plataforma digital única del Estado Peruano. (2019). Gobierno promulga Ley de Salud Mental. octubre 10, 2020, de la Plataforma digital única del Estado Peruano. Sitio web: https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/28681-gobierno-promulga-ley-de-salud-mental

[7] Instituto Nacional de Salud Mental. Estudio Epidemiológico de Salud Mental en Hospitales Regionales –2015. Informe General. Anales de Salud Mental, Vol. XXXV, Año 2019. Número 1.

[8] Organización Panamericana de la Salud. (2020). Salud Mental y COVID-19. octubre 10, 2020, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Sitio web: https://www.paho.org/es/salud-mental-covid-19

[9] Organización Panamericana de la Salud. (2020). Día Mundial de la Salud Mental 2020. octubre 10, 2020, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Sitio web: https://www.paho.org/es/campanas/dia-mundial-salud-mental-2020




 
 
 

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