¿REALMENTE FUE EL PUNTO DE PARTIDA PARA EL RECONOCIMIENTO DE DERECHOS DE LAS POBLACIONES SOMETIDAS?
“Donde no hay justicia, misericordia ni benevolencia, no hay civilización.” (Manuel Gonzales Prada)
INTRODUCCIÓN
El 28 de julio de 1821 es una fecha importante para los peruanos, día en el cual se efectuó la proclamación de la independencia de dicho país, que a su vez marcó un suceso importante para el anhelo y alcance de la libertad como territorio y posterior república. Su relación con los derechos del individuo es estrecha, ya que para que se lleve a cabo todo este proceso, las motivaciones y los proyectos estaban dirigidos hacia la libertad, igualdad y muy relacionado con el derecho de la propiedad.
La independencia fue un acontecimiento esencial para que se pueda hablar y vivir en república en tiempos actuales, consigo trajo una serie de aciertos y desaciertos que influyeron en el modo de vida de sus habitantes. En una época y un contexto colonial en el que se retrataron violaciones a derechos fundamentales, como al de la dignidad, al someter de manera cruel a personas que no eran de su misma condición sin tener en cuenta el respeto y además torturarlos tanto en el trabajo y en el modo de castigo, para posteriormente asesinarlos, vulnerando así sus derechos fundamentales a la integridad y la vida, un ejemplo son las personas que se les denominaban esclavos.
En este 28 de julio se cumplen 202 años de la proclamación de la independencia y es necesario realizar un avistamiento de lo que implicó este proceso, su antes y después, y su relación con los derechos humanos, ante ello es necesario reflexionar y preguntarnos ¿los pobladores que vivieron durante los últimos años del virreinato estaban preparados para tal acontecimiento? ¿Qué sucesos se considerarían atentados contra los derechos humanos? ¿A partir de la independencia, qué derechos se reconocieron y de qué manera se produjo?
El propósito de esta publicación es relatar el proceso de independencia y sus efectos políticos, sociales, económicos, etc. A su vez analizar su relación con el tópico de los derechos humanos, para tener la noción de cuánto se ha podido avanzar en la actualidad con el reconocimiento de los derechos a sectores vulnerables, como es el caso de las poblaciones indígenas.
DESARROLLO
Antecedentes
Debido al afán de algunos conquistadores españoles por liberarse del sojuzgamiento del rey de Castilla, durante el siglo XVIII se llevaron acabo múltiples movimientos y manifestaciones indígenas, ante tanto maltrato de las autoridades e instituciones coloniales, las más reconocidas e impactantes se denominaron rebeliones. Es importante mencionar a Tupac Amaru II y su protagonismo en cuanto a la aplicación de las reformas borbónicas que provocó molestias y la inconformidad de muchos pobladores, lo que desató el estallido de su rebelión en 1780; sin embargo, fue cruelmente reprimido, debido a que al dar muerte a los que participaban o encabezaban aquellos sucesos los masacraban y los hacían sufrir lentamente hasta que murieran, atentando principalmente a su derecho a la dignidad, a la vida y a la integridad en todas sus vertientes, debido a que a algunas personas no las mataban, pero sí las hicieron percibir acontecimientos traumáticos. Ante aquella rebelión quedó un gran descontento en las comunidades afectadas, que más adelante tendrían impacto en la materialización de la independencia.
Otro acontecimiento importante fue la invasión de Francia a España por parte de Napoleón Bonaparte, la corona pasó al mando del hermano de este último, José Bonaparte. Debido a este acontecimiento, hubo levantamientos en territorio español, esto trajo como consecuencia que en diferentes lugares de la américa española se crearan juntas autónomas de gobierno que disputaban la hegemonía sin pretender un cambio en el orden colonial. Para este momento, el virrey Abascal hizo del virreinato peruano la base de la contrarrevolución y lo mismo con su ejercito real, esto ante los levantamientos que venían dando en Alto Perú, Quito, Chile y Río de la Plata; esto no quiere decir que Perú estuviera totalmente aliado o en favor de la corona española, debido a que las primeras rebeliones autónomas se gestaron desde 1811 a partir del descontento indígena y colaboración criolla con la revolución rioplatense sin alcanzar la libertad del país.
Conspiraciones y rebeliones
En lima se desarrollaron pocas conspiraciones, estas fueron dirigidas por criollos separatistas que conformaron un sector minorista, en oposición a ellos, había un grupo grande de criollos conservadores que apoyaban y solventaban las represiones contra los levantamientos. En cuanto a las provincias superaron en gran cantidad, respecto a Lima, debido a que en ellas existían criollos que no gozaban de privilegios coloniales, como en la capital, por ello se orientaron por el separatismo, incluso se unieron con mestizos e indígenas.
En el año 1805 José Aguilar y Manuel Ubalde se pusieron de acuerdo, en el Cusco, para llevar a cabo un plan subversivo citadino separatista, que consistía en apoderarse del cuartel y de las arcas reales de la ciudad, así mismo encarcelar a autoridades, este plan tenía que poseer por lo menos cuatro mil indios para rodear la ciudad; sin embargo, esto no se concretó debido a la traición de Mariano Lechuga. Arrestados los dos dirigentes, fueron ahorcados y sus seguidores también fueron arrestados y hasta expulsados. En 1809 se planificó un complot en Lima, que tuvo como participante a Antonio María Pardo, Remigio Silva y algunos hombres de pueblo, cuando todo estaba preparado, en setiembre del mismo año el grupo dirigente fue sorprendido, los encerraron en las cárceles. Para 1811 se produjo el levantamiento armado del pueblo de Tacna bajo la tutela de Francisco Antonio de Zela, en la noche del 20 de junio de 1811 se llevó a cabo con éxito la toma de dos cuarteles de Tacna, se destituyó a Antonio Rivero; Zela fue proclamado comandante Militar de las Milicias de América. Sin embargo, los realistas contraatacaron y derrotaron a los insurrectos. En el año 1812 Huánuco fue escenario de una gran lucha indígena a la cual se aunaron criollos, debido a que se produjo una terrible explotación de los indios, que produjo descontento general, estas luchas armadas fueron dirigidas por autoridades comunales, el 22 de febrero de ese año los indios de ciertas comunidades se levantaron en lucha y armados rodearon la ciudad de Huánuco; a partir de ello se unieron criollos y mestizos con los cuales se formaron una Junta Gubernativa.
Finalmente, en marzo del mismo año fueron derrotados en las faldas de los cerros de Ambo, en paralelo, los coloniales ingresaron a Huánuco descargando todo su odio sobre los indios a quienes asesinaron sin contemplaciones; Juan Crespo y Castillo, los alcaldes de los indios y muchos colaboradores fueron sometidos a la pena del garrote. Hacia 1813 los hermanos Pallardele y Julian Peñaranda encabezaban una lucha en Tacna que consistía en realizar una insurrección general en toda le región; el 3 de octubre de ese mismo año los insurrectos tomaron los cuarteles y tomaron el pueblo, a la par los coloniales preparaban un contraataque, en Moquegua fueron derrotados, cabe precisar que fueron dirigidos por criollos de provincias y que se desarrollaron en procura de la emancipación. Un año después, Francisco de Paula Quiros y Juan Pardo de Zela plantearon una conspiración que trataba en realizar en Lima un pronunciamiento popular y enrumbado a la lucha puesto que Lima se encontraba casi desguarnecida, desee que un gran número de tropas había partido a terminar los levantamientos en provincias; debido a contradicciones, el regreso de tropas a Lima y las detenciones a conspiradores, el plan no se concretó.
En ese mismo año se desarrolló un gran movimiento anticolonial, cuyo centro fue el Cusco y abarcó Huamanga, Puno, Arequipa y La Paz; este movimiento fue más concertado y mejor dirigido; respecto a su base social hubo una conexión de sectores sociales: como criollos de provincias, mestizos, caciques y masas indígenas, así mismo tuvo un carácter anticolonial; las acciones iniciaron el segundo día de agosto del mismo año en Cusco, se detuvo a las autoridades y se formó una Junta Gubernativa presidida por Mateo Pumacahua y los hermanos Angulo. Con el apoyo de los pobladores y demás departamentos, se formaron tres frentes de lucha: Alto Perú, Huamanga, Arequipa y Puno. En la última campaña de Arequipa y Puno, los sublevados fueron derrotados, los prisioneros fueron fusilados, descuartizados o ahorcados. Así se suspenden los intentos de emancipación en esta parte del territorio.
Cursaba el año 1818 y en el Callao elaboraron una conspiración atrevida José Gómez, Nicolás Alcázar, Casimiro Espejo, etc. Se trataba de tomar la fortaleza del Real Felipe del Callao, la más formidable que había en América, y luego irradiar la insurrección. En la noche del 21 de julio los prisioneros estaban listos, en tanto que los conjurados de Lima ya se hallaban en el Callao; sin embargo, no se llegó a realizar por una traición y el posterior apresamiento y ajusticiamiento de los dirigentes.
En cuanto a los esclavos e indígenas su participación en todo este proceso fue contraproducente, debido a que los esclavos participaron en este proceso con la idea de que al triunfar se le brindaría la ansiada libertad, pero se sabe que este acontecimiento no beneficiaba a la aristocracia limeña, por otra parte, algunos esclavos obtuvieron una libertad condicionada. Para el año 1821 San Martin decretó la libertad de los esclavos, pero en la realidad no se efectuó. En 1825 se expidió un reglamento sobre las condiciones de vida, trabajo y destino de los esclavos del Perú; sin embargo, años posteriores su situación no mejorará.
Respecto a los indígenas, ellos creyeron que el proceso de la emancipación serviría para recuperar sus tierras; sin embargo, por su participación fueron víctimas de crueles represiones por parte de los realistas.
Canterac fusilaba a los montoneros que caían prisioneros, en cuyo pecho colocaba un cartel que decía: “muerto por delincuente y revoltoso”. Carratalá se jactaba de borrar pueblos íntegros del mapa, como lo hizo con Cangallo, a continuación, transcribimos uno de sus decretos. «Queda reducido a cenizas y borrado para siempre del catálogo de los pueblos el criminalísimo Cangallo, cuyos habitantes, continuando en su perfidia, se han negado en su fuga y sus excesos a la fraternidad con que mis tropas han mirado a los demás del partido. En terreno tan proscripto nadie podrá reedificar… para que no quede memoria de un pueblo tan malvado que solo puede llamarse nidero de ladrones, asesinos y toda clase de delincuentes. Sirva de escarmiento a todas las demás poblaciones del distrito. - Carratalá (firmado). Cuartel general de Putica».[1] Al terminar el proceso de independencia estas masas volvieron a las haciendas y comunidades a seguir soportando la opresión.
Mariátegui tiene un análisis correcto de esta situación, cuando señala: «La aristocracia, dueña del poder conservó intactos sus derechos feudales sobre la tierra y, por consiguiente, sobre el indio. … la República la ha pauperizado, agravado su depresión y exasperado su miseria», agrega, además: «la revolución de la independencia no constituyó, como se sabe, un movimiento indígena; la promovieron y usufructuaron los criollos y aun los españoles de las colonias. Pero aprovechó el apoyo de la masa indígena».[2]
Proceso de independencia
La ineptitud del virrey Joaquin Pezuela trajo como consecuencia su derrocamiento. Por el año 1820 la Expedición libertadora llegó al Perú al mando del general José de San Martin. En 1821 el general José de la Serna conferenció con San Martin, sin trato alguno, por tanto, este último adoptó la vía militar, siendo así que el 10 de Julio de 1821 entró a Lima y el 28 de Julio se proclama la independencia del Perú, aunque no tenía apoyo de los criollos, que vivían cómodamente, con un ideario liberal inspirado en la revolución francesa que contenía grandes temas de la ilustración como la libertad, igualdad, fraternidad nacional y solidaridad, en sus rasgos generales.
El 3 de agosto, asumió el título de Protector del Perú y aplicó reformas sociales, confirmando la supresión de la mita y del tributo indio abolidos en 1812, así como decretó la expulsión de españoles y la confiscación de sus bienes. A partir de ello la noción de la república implicaba la igualdad y ciudadanía de los pueblos originarios del territorio que constituían el 80%, por ello es necesario mencionar que el 27 de agosto de 1821 los individuos que constituían los pueblos originarios obtuvieron la ciudadanía abierta del Perú. Sin embargo, la élite criolla altamente conservadora, racista ante los indígenas y con temor de perder sus privilegios, vieron como un error gravísimo la igualación constitucional y jurídica con el indio.
En cuanto a la política bajo el protectorado de San Martin se desarrolló el primer Congreso Constituyente del país. Sin embargo, con la proclamación de la independencia no se había solucionado todo, puesto que después de ella, ocurre la guerra de Maynas en 1822, en la que queda pacificado el oriente. Para el año 1823 se da la instauración de una Asamblea Constituyente para la dación de la Carta Magna, en la cual se convoca a un nuevo Congreso Constituyente, con el fin de delimitar y excluir con claridad quienes deberían ser considerados ciudadanos, si bien “se eliminó el tributo del indio y la esclavitud negra”, se estableció que:
“Para ser ciudadano, se necesitaba ser peruano, ser casado o mayor de 25 años; saber leer y escribir, cuya calidad por omisión no se exigirá hasta después del año 1840. Al mismo tiempo… Tener una propiedad o ejercer cualquier profesión o título público u ocuparse de alguna industria ‘útil’, sin sujeción a otro en clase de sirviente o jornalero” (fin de la cita del art. 17 de la constitución).[3]
Por tanto, el indio no es considerado ciudadano, ni posee la capacidad de votar. Para este punto es preciso mencionar lo estipulado en la Constitución de 1834 referido a la situación de estos individuos. El cual señala implícitamente que la pervivencia del sistema de hacienda, en el cual un número de indios era asignado para trabajar gratis en la siembra y cosecha. Ante tanta explotación de trabajo gratuito, Manuel Gonzales Prada comenta: “Bajo la Republica ¿Sufre menos el indio bajo la dominación española? Si no existen corregimientos y encomiendas, quedan los trabajos forzados y el reclutamiento. Lo que le hacemos basta para descargar sobre nosotros la execración de las personas humanas. Le conservamos en la ignorancia y la servidumbre, le envilecemos en el cuartel (aludiendo que los indios eran los únicos que hacían el servicio militar obligatorio…no se escribe, pero se observa el axioma que el indio no tiene derechos sino obligaciones…”. [4]
San Martin se ve obligado a dejar el país durante los enfrentamientos contra los realistas, aún enquistados en territorio peruano. Al carecer de apoyo acudió a Guayaquil para conferenciar con Simón Bolívar, al que solicitó ayuda militar y el establecimiento de una monarquía constitucional, el último solo accedió a lo primero. Ante el fracaso de las negociaciones San Martin se marcho del Perú. Bolívar por su parte consiguió pacificar el país y dominar los reductos españoles del interior, ya para 1824 con las batallas de Junín y Ayacucho, bajo el mando del libertador Simón Bolívar se pudo evidenciar el fin del virreinato, específicamente con la victoria de Ayacucho que concluyó con la capitulación del ejercito realista. Entre 1826 y 1836 España renuncia a todos sus dominios en territorio peruano.
Consecuencias
Respecto a la política se produjo el término de la dependencia de España, en cuanto a la economía, por ser una república naciente se seguía dependiendo de Europa. Si bien se pensaría que con la proclamación y materialización de la independencia se lograría el reconocimiento y la igualdad de los ciudadanos, esto es en su mayoría erróneo debido a que se produjo en la república despojos de territorios a indígenas, así como el empleado doméstico fue tratado de formas inhumanas, cosa que no cambió en años posteriores.
Los derechos como instrumentos de reconocimiento
A más de doscientos años de independencia se hizo un análisis de los cambios que han ocurrido alrededor del reconocimiento de derechos, teniendo como punto de inicio la independencia, se comparó lo sucedido en la independencia y lo que está pasando en la actualidad.
A lo largo de este proceso diferentes sectores y actores comenzaron a manejar términos como la libertad, igualdad y derechos. En la actualidad la independencia, para un sector importante, es definida como la inversión del orden social, persecución, desborde popular, pérdida de bienes y la misma vida “Caos absoluto”. Sin embargo, para quienes apostaron por la independencia significó autonomía de decisiones gubernamentales, consecución de derechos y un gobierno libre, a su vez significaba igualdad, pero no suponía igualdad de todos ante la ley, sino en los casos de acceso a cargos en la administración pública y al de la libertad de impuestos.
En la actualidad hay reconocimiento de derechos para todas las personas, tanto en Perú como en otros países. Al enfocarse en Perú, se parte de la Constitución: y su reconocimiento a los derechos fundamentales:
“Artículo 1. La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado.”[5]
Así mismo en tratados internacionales como es la Convención Americana sobre Derechos Humanos se plasma el compromiso de los Estados pertenecientes:
Artículo 1. Obligación de Respetar los Derechos
1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.[6]
Sin embargo, lo sucedido en los últimos meses dan cuenta que este reconocimiento quedaría en documentos. Entre 2022 y 2023 se llevaron a cabo una serie de protestas con motivo de falta de representación en el gobierno, ante ello ocurrieron disputas entre ciudadanos y instituciones estatales de defensa. Lo que serían protestas pacíficas, reconocidas como un derecho en la misma Constitución:
Artículo 2.
12. Toda persona tiene derecho. A reunirse pacíficamente sin armas. Las reuniones en locales privados o abiertos al público no requieren aviso previo. Las que se convocan en plazas y vías públicas exigen anuncio anticipado a la autoridad, la que puede prohibirlas solamente por motivos probados de seguridad o de sanidad públicas.[7]
Se convirtieron en enfrentamientos que dejaron a personas heridas y muertas, esto permite que se haga una comparación entre lo que sucedió en las rebeliones y conspiraciones en el contexto de la independencia, en el que se debe tener en cuenta que no existían mecanismos ni instrumentos que reconocieran y protegieran los derechos de los habitantes de ese tiempo, con lo sucedido actualmente. Hay una misma respuesta con maltratos, masacres y muertes a personas que deseaban ser escuchadas y atendidas. Por tanto, es importante aludir una reflexión que abarca esta problemática:
Somos frágiles como sociedad. La explotación laboral, la intolerancia, la discriminación, el racismo, la delincuencia, la violencia familiar y social campean a sus anchas y nos dejan cifras espeluznantes cada mes. Y parece que recién hemos caído en la cuenta de que nuestra pujante economía se sostiene con un alto porcentaje de informalidad o de “emprendedores” que no les ha quedado otro recurso que serlo para sobrevivir.[8]
Equivalencia política en un ambiente de herencia colonial
En una sociedad multicultural, la exclusión de algunos grupos en los procesos de toma de decisiones conlleva la segregación discriminada de sus intereses y necesidades, perpetuando desigualdades históricas. Tras el bicentenario, la igualdad política adquiere relevancia, debido a que no se ha logrado superar las relaciones coloniales de dominación y explotación de carácter étnico. Si bien la Constitución política del Perú y tratados internacionales reconocen el derecho de todos, sobre el reconocimiento, sin discriminación; sin embargo, no es suficiente el reconocimiento normativo de la igualdad política, económica o social, ya que esta debe ser ejercida de manera efectiva.
CONCLUSIÓN
La independencia fue un proceso que desencadenó masacres, desde antes de su proclamación y hasta después, el reconocimiento anhelado de derechos económicos, políticos y sociales, que nacieron no con la idea de separarse de la dominación española; la invasión de Francia a España, las disputas de esta última con Inglaterra o Portugal, desencadenaron que el Imperio Español pierda poder y control en sus colonias, aunado a ello, la crisis económica en la que estaba inmersa provocó el descontento de las masa indígenas, mestizas y criollas, debido a que subieron, crearon y se impusieron impuestos, que eran impagables, y de la misma forma se quitaron privilegios y oportunidades que ciertas masas habían adquirido.
A todo ello se le suman las declaraciones de independencia de otros países; la influencia de la ilustración; las conspiraciones y levantamientos con ayuda de esclavos e indígenas, que fueron dirigidos por criollos y mestizos. Todo ello permitió que la independencia pase de ser un anhelo a ser un hecho.
En relación con los derechos humanos, con las primeras constituciones se reconocieron derechos civiles y sociales a los sectores esclavos e indígenas, posteriormente se les denegó debido a que los grupos dominantes vieron que les podía perjudicar, por tanto el haber apoyado al proceso de independencia, el haber sacrificado su vida o integridad, poco o nada valió, ya que su posición volvió a ser la misma, y hasta recibieron perores tratos.
En la actualidad hay una lucha constante por el reconocimiento de derechos más que nada políticos por parte de los sectores indígenas, si bien la Constitución y los Tratados internacionales reconocen diversos derechos a este grupo importante, para ser que todo se queda en los documentos, ya que estos últimos años se han suscitado una serie de transgresiones a este grupo y demás peruanos que han vulnerado sus derechos fundamentales, y se ha hecho poco o nada para protegerlos o defenderlos. Es lamentable que pasado doscientos y dos años de la proclamación de la independencia del Perú y se siga espectando matanzas, atentados y vulneraciones como se manifestaban en el siglo XVII, Es necesario, el análisis, su crítica y la realización de un proyecto.
REFERENCIAS:
Constitución Política del Perú
Convención Interamericana sobre Derechos Humanos
Guerra, G. (2016) Cronología de la Independencia del Perú
Hernández, E. (2020) La Independencia del Perú: un bicentenario para seguir reflexionando.
López, Carlos y Aguilar, Julia (2015, 7 de abril). Independencia del Perú. Historia del Perú.
López, Carlos y Aguilar, Julia (2015, 30 de octubre). Conspiraciones y Rebeliones por la Independencia. Historia del Perú.
Maeda, J. (2021) Bicentenario: el reto pendiente de la inclusión política de los pueblos indígenas en el Perú
Miraflores. (2020) Especial por Fiestas Patrias: Independencia peruana.
Rosa, C. (2020) El Derecho y la transformación conservadora post-independencia en el Perú. https://polemos.pe/el-derecho-y-la-transformacion-conservadora-post-independencia-en-el-peru/
[1] Carlos López y Julia Aguilar, Conspiraciones y Rebeliones por la Independencia. (Lima, Historia del Perú, 2015). [2] ídem. [3] Carmen Rosa, El Derecho y la transformación conservadora post-independencia en el Perú. (Lima, Pólemos, 2020) [4] Ídem [5] Constitución Política del Perú [6] Convención Interamericana sobre Derechos Humanos [7] Constitución Política del Perú [8] Elizabeth Hernández, La Independencia del Perú: un bicentenario para seguir reflexionando. (Lima, Universidad de Piura, 2020)
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