Un ser humano es esclavizado cuando es tratado como un objeto que produce dinero privándole de sus derechos.
Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas
1. Introducción
El día internacional contra la Explotación Sexual y Trata de Personas, fue instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres, determinando su conmemoración cada 23 de septiembre desde 1999. Esta fecha es sumamente significativa porque hace referencia al 23 de septiembre de 1913, fecha en que Argentina dicta por primera vez una norma legal contra la prostitución infantil, conocida como “Ley Palacios”[1]. Esta normativa marcó un hito importante para el desarrollo y reconocimiento legal de millones de víctimas de explotación sexual y trata de personas a nivel mundial.
En el Perú se ratificó el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas en el año 2001 y entró en vigencia en el año 2003. El Protocolo, también conocido como “Protocolo de Palermo”, fue aprobado al mismo tiempo que la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional; puesto que, ambos documentos se complementan en la búsqueda por prevenir y combatir la trata de personas[2]. Posteriormente, en el año 2012, nuestro país publica la Ley N° 29918[3], Ley que declara el 23 de septiembre de cada año como el Día Nacional contra la Trata de Personas, al mismo tiempo que se une a la campaña internacional “Corazón Azul”[4], que está dirigida a la sensibilización internacional sobre la trata de personas.
Por otro lado, según el último Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC), entre el 2003 y 2021 existieron más de 450.000 víctimas y 300.000 presuntos tratantes a nivel mundial. Asimismo, el informe señala que en 2020 las víctimas de trata de personas con fines de explotación sexual representan el 38.7%, cifra que se habría reducido en 24% a comparación del 2019.[5]
Así mismo, en el caso concreto de víctimas detectadas en América del Sur, el informe menciona que se habría reducido el 23% de víctimas masculinas y 38% de víctimas femeninas; además, el número de personas condenadas resultaría siendo el 46% menos al registrado en 2019. Estos datos generan preocupación, más que satisfacción por ver reducidas las cifras. En vista de que, a diferencia de años anteriores a la pandemia, en donde naturalmente resultaba complejo detectar el paradero de las víctimas y a los presuntos tratantes, post pandemia la situación respecto a los casos de explotación sexual y trata de personas es aún más incierto. Tal como señala el informe de la UNDOC, el delito se volvió mucho más camuflado, ocultándose en lugares de difícil acceso.
Frente a esta situación, resulta importante destacar las acciones de todos nosotros como agentes de lucha contra esta problemática de escala mundial; así como también, es importante analizar y evaluar las acciones planteadas por cada país con el fin de proyectarnos como Estados comprometidos con la lucha contra la explotación sexual y trata de personas.
En suma, esta fecha nos invita a sensibilizar a la población sobre las preocupantes amenazas que existen en torno a la explotación sexual y la trata de personas. Así también, hace un llamado a los gobiernos, las fuerzas del orden, los servicios públicos y la sociedad civil para seguir avanzando en las acciones de fortalecimiento, prevención, identificación y apoyo a las víctimas, con el fin de acabar con la impunidad y construir un espacio seguro para todos.
2. Breve análisis a propósito de los 24 años del “Dia Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas”
La ley ampara el derecho de las personas a vivir en una sociedad capaz de brindarles el mínimo de protección a su integridad y dignidad. Sin embargo, con el pasar del tiempo hemos sido testigos de innumerables casos donde mujeres, adolescentes, niñas y niños son expuestos a redes de trata de personas, siendo lo más común la explotación sexual y la pornografía infantil. Al respecto, el Manual de Capacitación para Docentes y Tutores sobre la Prevención de la trata de niñas, niños y adolescentes en el Perú menciona que la modalidad de trata que más afecta a las niñas y niños es la explotación sexual, a través de la prostitución ajena y la producción de material pornográfico[6], lo cual genera un daño irreparable en la vida de las víctimas.
Así mismo, en el referido texto se identifican algunas causas principales, tales como: la situación económica, el estatus legal, el acceso limitado a la educación, la discriminación, la violencia o el abuso. Otro factor importante es la familia; puesto que, el núcleo familiar es donde se van a formar los lazos fuertes que permitirán prevenir o detectar a tiempo un riesgo de trata.
Por tal motivo, resulta relevante identificar cuándo el contexto familiar es propicio para generar condiciones de riesgo. Según algunos autores como Londoño et.al., (2014) las problemáticas relacionadas con la estructura familiar, ciertos antecedentes individuales como el abuso sexual y algunos factores ambientales como crecer en zonas de prostitución son algunos factores relevantes de vulnerabilidad.[7] Así también, según Peña, et.al (2018) los problemas familiares como la violencia doméstica, el deterioro de los vínculos familiares y la desvalorización de los mismos aumenta la probabilidad de caer en la red de tratantes que disfrazan sus propósitos con “afecto”, el cual carece en el hogar de las potenciales víctimas.[8]
En esa misma línea, cabe mencionar un dato relevante del Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022 - Puntos especiales de interés, pues es preocupante que tan solo el 10% de los patrones de descubrimiento de casos de trata de personas, desde 2012 al 2022, estén referidos a la acción inicial de la familia de la víctima, a diferencia del 41% de acción inicial de las víctimas que logran escapar y acudir a las autoridades por iniciativa propia.[9] Esto evidencia la problemática familiar de más de una década que necesita ser abordada con mayor detenimiento para combatir y prevenir la trata de personas de manera más eficiente.
Por otro lado, en cuanto a los resultados estadísticos del Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022 - Puntos especiales de interés que muestra la permanencia y evolución de la trata de personas en el mundo, al igual que en el tema mencionado líneas anteriores, podemos ver que no se ha avanzado los suficiente como para lograr una reducción significativa de víctimas; por el contrario, en los últimos años se han fortalecido ciertos factores y han surgido nuevos retos de vulnerabilidad; por ejemplo, el cambio climático y la pandemia por el Covid 19, respectivamente.
En primer lugar, respecto al cambio climático se conoce que debido al aumento del impacto que genera en distintas zonas del mundo, las personas han ido perdiendo sus campos de cultivo o se han visto obligadas a migrar. En este contexto se generan vulnerabilidades como la pobreza o falta de vivienda a consecuencia del desplazamiento, lo cual, en muchas ocasiones, conlleva a que las personas busquen o acepten trabajos por necesidad que en un contexto tradicional no aceptarían. De esta manera se incrementa la vulnerabilidad, pues como mencionó el Secretario General de la ONU, Antonino Guterres, la desesperación en la que se encuentran las personas afectadas por el cambio climático permite que prospere la trata de personas.[10]
En segundo lugar, en cuanto al desafío como consecuencia de la pandemia por el Covid 19, se evidencia que los Estados asumieron el reto de detectar víctimas en el marco de una situación de crisis en donde los países con menores ingresos y medios vieron reducidas las cifras de víctimas detectadas por factores como la baja capacidad institucional para la detección, menos oportunidades para que los traficantes operen debido a las restricciones por la Covid 19 o el traslado de algunas formas de la trata a lugares más ocultos y con menos probabilidad de ser detectadas.[11] Esto quiere decir que los Estados se vieron forzados a entrar en un nuevo escenario donde las herramientas contra la trata de personas eran aún más escasas por el contexto de crisis, lo cual representa un factor negativo de posible retroceso en la lucha contra la trata de personas. Frente a ello, una de las posibles respuestas que se planteó fue una mayor colaboración entre los gobiernos, la industria tecnológica y demás partes interesadas. Esto es, el uso de las herramientas tecnológicas para facilitar la detección de víctimas como alternativa en un contexto de difícil acceso a la aplicación de medidas convencionales.
En resumen de todo lo expuesto, a 24 años de la promulgación del “Dia Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas” se evidencia el recorrido de un camino difícil con factores constantes y nuevos retos que limitan el avance de la lucha contra la trata de personas. Sin embargo, cada Estado debe apostar por no rendirse en la lucha a pesar de los factores externos que puedan suceder; en tal sentido, trabajar para obtener mejores resultados implica implementar un nuevo plan de estrategias orientado al uso de tecnología que permita continuar combatiendo este flagelo social, incluso cuando surgen factores externos como el Covid 19.
3. La trata de personas y trata de blancas: origen y diferencias
La trata de personas es un delito que implica un conjunto de actividades destinadas a ejercer la explotación de las personas; sin embargo, este término es muchas veces reemplazado o confundido por el término “trata de blancas”, lo cual resulta erróneo, pues como menciona la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) el término “trata de blancas” hace referencia a la explotación sexual de “mujeres de piel blanca”, siendo este un concepto racista; además, puede llevar al error de pensar que el único fin de la trata es la explotación sexual, cuando la realidad es mucho más amplia.[12] Por ello, a nivel internacional el término “trata de blancas” ya no es aceptado, pues se considera limitado y discriminatorio al no reflejar la problemática actual.
Al respecto, cabe mencionar que la trata de personas tiene un origen histórico en épocas muy antiguas en donde la comercialización de personas, especialmente mujeres africanas e indígenas, era con fines de explotación laboral y sexual. Mientras que, el término “trata de blancas” se remonta a las guerras mundiales, donde miles de mujeres fueron víctimas de explotación sexual, siendo vendidas y enviadas a distintas partes del mundo para el servicio en redes de prostitución.[13]
Por otro lado, si bien el origen de la trata de personas se remonta a tiempos antiguos llenos de angustia y caos en donde la inclemente atrocidad humana se volvió contra los más vulnerables o desprotegidos, en la actualidad, aún somos testigos de casos en donde se evidencia la continuidad del delito de trata de personas bajo numerosas causas, las mismas que han ido cambiando con el pasar del tiempo.
Al respecto, la Oficina Regional para la Centroamérica, Norteamérica y el Caribe menciona algunas posibles causas de la continuidad del delito de trata de personas, por ejemplo: la gran demanda por servicios de mano de obra barata, los servicios sexuales y recursos humanos para otras actividades ilícitas y delictivas. Además, también menciona factores que favorecen la trata de personas con fines de explotación sexual, laboral, entre otros, los cuales pueden ser por falta de oportunidades, recursos económicos y la condición social.[14] Es decir, el aspecto social, económico y político en el cual se encuentren las personas influyen de forma directa a las redes de explotación y trata.
4. La trata de personas en el Perú: una mirada a la problemática en Madre de Dios
En el Perú es de conocimiento general que existen zonas específicas en donde la ley y la justicia no llegan. Por ejemplo, en la región Madre de Dios la trata de personas implica la existencia de mafias cuidadosamente organizadas, encargadas de captar, trasladar y distribuir a mujeres, niñas y adolescentes de distintas partes del Perú.
Según datos recogidos por el Diario La República, en el año 2022, la región Madre de Dios registró el 8,5% de denuncias por el delito de trata de personas, ocupando así el segundo lugar a nivel nacional. Por otro lado, el diario menciona que en base a un estudio oficial realizado por las fiscalías, se logró identificar 8.842 casos a nivel nacional, de los cuales 753 corresponden a Madre de Dios.[15] Esta es una cifra preocupante que denota la escasa actuación estatal en el territorio, lo cual convierte en urgente las acciones estratégicas de lucha contra la trata de personas, por ejemplo, la planificación de charlas dirigidas a escolares y centradas en la lucha contra las causas generales y específicas que convierten a las niñas, adolescentes y mujeres en “objetivos fáciles” de las mafias dedicadas a la trata de personas.
Por otro lado, es preciso mencionar que en el Perú se viene implementando de forma progresiva en las Direcciones Policiales del país, desde el año 2007, el Sistema de Registro y Estadísticas del Delito de Trata de Personas y Afines-RETA, una herramienta tecnológica que permite registrar las denuncias de trata de personas; no obstante, cabe preguntarse qué tan viable es esta herramienta en zonas de menor acceso tecnológico, pues según INEI en el caso particular de Madre de Dios, del 2019 al 2020, mediante el Sistema RETA, tan solo se registraron 11 denuncias de un total de 325 a nivel nacional[16].
Del mismo modo, el Perú cuenta con la “Guía de Atención de Victimas de Trata del MIMP”[17] que busca orientar a los proveedores de servicios responsables del cuidado y protección de las niñas, niños y adolescentes que han sido sometidos a situaciones de reclusión, abuso y violencia cuando eran víctimas de trata de personas. Es decir, un documento oficial que brinda orientación especializada y de aplicación práctica a quienes son agentes de atención directa de niñas, niños y adolescentes que han sido víctimas de trata de personas y viven en los Centros de Atención Residencial.
En la actualidad, estas medidas implementadas por el Estado no han logrado por completo su objetivo y la trata de personas ha continuado en aumento. Esto debido a que existe el reconocimiento de cifras, más no el monitoreo de las mismas. Es decir, las políticas se promueven en base a estadísticas, más no se plantean seguimientos y apoyo profesional especializado para lograr una recuperación integral de las víctimas; en consecuencia, se debilita el planeamiento de la lucha contra la trata de personas.
En ese sentido, se debe empezar a observar todas las aristas de la problemática y deficiencias del Estado para lograr el objetivo: luchar contra explotación sexual de niñas, adolescentes y mujeres; así como, erradicar todo tipo de modalidad de trata de personas.
5. El Estado bajo la lupa
Es imprescindible recalcar el rol fundamental del Estado en la lucha contra la explotación sexual y la trata de personas. Por ello, la normativa interna debe ser acorde a tales propósitos. No obstante, las acciones de lucha no se limitan a dictar normas; sino que, por la consistencia del delito, resulta razonable y necesario inculcar medidas de trato directo con las poblaciones vulnerables.
Al respecto, se resalta algunas alternativas de solución que ha realizado el Estado, tales como:
- La Campaña “El Perú Unido Contra la Trata de Personas”, creada en el 2013 por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y estuvo dirigida a la prevención de la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes.
- La Campaña “Yo le Pongo CERO a la TRATA”, creada en el 2017 por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH), con el objetivo de brindar charlas informativas y preventivas acerca del tema a estudiantes de secundaria.
- El Plan Nacional contra la Trata de Personas 2017-2021, instrumento vigente que ordena el esfuerzo estatal para enfrentar este delito. Se divide en cuatro objetivos estratégicos: 1) Gobernanza institucional; 2) Prevención y sensibilización; 3) Atención, protección y reintegración; y 4). Persecución y fiscalización.
No obstante, dichas medidas necesitan ser generalizadas y sistematizadas a los efectos que nos dejó la pandemia; es decir, incentivar la promoción permanente de charlas de sensibilización en todas las regiones del país para mayor visibilizarían de la problemática y abastecer a los centros educativos de mayor refuerzos técnicos y profesionales.
Finalmente, como se mencionó en el desarrollo del texto, es imprescindible que el Estado se preocupe por tener una mirada completa de la situación problemática y efectuar políticas públicas con objetivos orientados no solo a prevenir y sancionar, sino también a brindar soporte y seguimiento integral a las víctimas. Para ello, no solo se necesita de un registro específico de las víctimas o de una guía detallada, sino que, resulta necesario un monitoreo de la aplicación de las normas, el seguimiento del proceso de recuperación de las víctimas y acompañamiento al personal encargado de brindarles el debido soporte.
En resumen, la explotación sexual y la trata de personas no son una problemática ajena a nuestro país. Se trata de un flagelo social que necesita mayor visibilizarían en cuanto a sus posibles causas; además, requiere de mayor participación del Estado como agente presente en todas las etapas, no únicamente en el ámbito de prevención.
[1] A 107 años de la primera ley en el mundo para perseguir la explotación sexual de mujeres y de menores de edad. 2020. Autor. [2] Diagnóstico sobre las políticas públicas y la respuesta institucional de los Estados contra la Trata de Personas en la Región Andina. 2015. Autor. [3] Ley N°29918. Ley que declara el 23 de septiembre de cada año como el día nacional contra la trata de personas. 23 de septiembre de 2012. [4] Plataforma digital única del Estado. Campaña Corazón Azul. https://www.gob.pe/25489-campana-corazon-azul [5] Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. 2022. Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022 – Principales hallazgos [6] Manual de capacitación para docentes y tutores. Prevención de la trata de niños, niñas y adolescentes en el Perú. [7] Londoño, N., Valencia, D., García, M & Restrepo, C. (2015). Factores causales de la explotación sexual infantil en niños, niñas y adolescentes en Colombia. 15(1). P. 1-323 [8] Peña, N., Pantzer, R & Wolfenzon, D. (2020). La Trata de Personas: Expresión Infame de la Violencia Contra las Mujeres. Banco Interamericano de Desarrollo. [9] Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. 2022. Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022 - Puntos especiales de interés. [10] Tapia, J. (2021). Una unión brutal: la relación entre la trata de personas y el cambio climático. Centro Internacional de Justicia de Ginebra. (Trabajo original publicado en 2020) [11] Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. 2022. Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022 – Principales hallazgos [12] Organización Internacional para las Migraciones. Tráfico de migrantes, trata de personas, trata de blancas, ¿Cuál es la diferencia? [13] Secretaría de Gobernación. Gobierno de México. (2016). ¿Es correcto decir Trata de Blancas? Debemos referirnos a Trata de personas [14] Oficina Regional para la Centroamérica, Norteamérica y el Caribe. Trata de personas [15] Chumpitaz, O. (2022). Madre de Dios es la segunda región con más denuncias por trata de personas. La República [16] Instituto Nacional de Estadística e Informática. (2021). Perú. Estadísticas de trata de personas, 2015-2020. [17] Capital Humano y Social Alternativo & Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. (2016). Guía para la Atención a Víctimas de Trata de Personas en Centros de Atención Residencial de Niñas, Niños y Adolescentes.
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