Josseline Mayhuasca Acevedo
“La tortura nos rebaja a todos y rebaja todo lo que toca, incluyendo a los torturadores y a los sistemas y Estados en que la tortura ocurre. Bajo ninguna circunstancia se debe permitir que los crímenes de los torturadores queden impunes y se deben desmantelar y transformar los sistemas que permiten la tortura”.
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, 2020
1. Introducción
El 12 de diciembre de 1997, la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la resolución 52/149, proclamó el día 26 de junio como Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, rememorando el 26 de junio de 1987, fecha en la cual entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, uno de los instrumentos clave en la lucha contra la tortura [1].
Es así que la comunidad internacional considera al 26 de junio como una oportunidad para invitar a todas las partes interesadas, incluidos los Estados miembros de la ONU, la sociedad civil y las personas de todo el mundo, a que se unan en apoyo de los cientos de miles de personas de todo el mundo que han sido víctimas de torturas y por las que siguen siendo torturadas en la actualidad.
Para comprender la importancia de esta fecha conmemorativa es preciso aclarar algunos conceptos en torno al Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura.
2. ¿Qué actos se consideran “tortura”?
Según la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, se entenderá como “tortura”:
[T]odo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas (1984, art. 1.1).
Entonces, tenemos que existe tortura cuando una persona actuando a título oficial, o aprovechándose de este, inflige dolor o sufrimiento mental o físico grave a otra persona con una finalidad específica, por ejemplo, autoridades que torturan a una persona para que confiese un delito, o para obtener información de este o de la persona.
Sin embargo, los métodos de tortura pueden variar desde métodos de carácter físico, como palizas y descargas eléctricas; de índole sexual, como el abuso, violación o la humillación sexual; también puede existir la tortura psicológico, como la privación de sueño o el aislamiento de la sociedad. Además, las condiciones penitenciarias inhumanas, reclusión en régimen de aislamiento como castigo y la negación de tratamiento médico también son métodos de tortura que sufren internos en centros penitenciarios a nivel mundial.
Es preciso señalar que la tortura no solo se circunscribe generalmente a asuntos relativos a la seguridad nacional y la lucha antiterrorista, como algunos casos de tortura de gran resonancia, sino que es posible torturar a cualquier persona: desde pequeños delincuentes, personas pertenecientes a minorías étnicas, manifestantes, activistas estudiantiles hasta personas que muchas veces no tenían ninguna implicancia en los sucesos por los cuales se les acusa.
Según el derecho internacional, la tortura y otras formas de malos tratos siempre serán considerados ilegales, están prohibidas desde hace muchos años; empero, la mayoría de Estados no tipifican la tortura como delito específico en su legislación nacional, por lo cual gobiernos de todo el mundo continúan desafiando al derecho internacional al torturar personas. Amnistía Internacional señala que tan solo entre enero del 2009 y mayo del 2013 recibió informes de tortura en 141 países, pertenecientes a todas las regiones del mundo.
Además, existe una “característica” que aumenta las posibilidades de que una persona pueda sufrir actos de tortura en algún momento de su vida. Esto es que con gran frecuencia son personas pobres y marginadas las que son humilladas, golpeadas o violadas por autoridades y otros funcionarios, debido a que son estas personas las que no cuentan con nadie que las proteja o que oiga sus peticiones de ayuda. [2]
3. ¿Cuáles son las normas e instrumentos jurídicos que condenan la tortura?
Fue en 1948 que la comunidad internacional condenó la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes mediante la Declaración Universal de Derechos Humanos, la cual fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Luego, en respuesta a las campañas organizadas por diversas organizaciones no gubernamentales (ONG) fue que la Asamblea General aprobó la Declaración sobre la Protección de Todas las Personas contra la Tortura y Otros tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes en el año 1975. [3]
En 1981, la Asamblea General creó el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura que persigue el fin de financiar a aquellas organizaciones que apoyan a víctimas de tortura y sus familiares. Además, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes fue aprobada por la Asamblea General en 1984 y se encuentra en vigor desde 1987. Adicionalmente, existe un órgano de expertos independientes, denominado Comité contra la Tortura, el cual se ocupa de vigilar la aplicación de la Convención por los Estados partes.
El papel que desempeñan las ONG´s en la lucha contra la tortura también ha sido resaltado numerosas veces por las Naciones Unidas. Esto debido a que las ONG´s no solo han luchado por el establecimiento de instrumentos y mecanismos de vigilancia de las Naciones Unidas, sino que han realizado aportes para la aplicación efectiva de estos. Además, la información proporcionada por las ONG y los particulares es usada muchas veces por los expertos, entre ellos el Relator Especial sobre la cuestión de la tortura y el Relator Especial sobre la violencia contra la mujer, así como diversos órganos de vigilancia del cumplimiento de los tratados, como el Comité contra la Tortura, para conocer la situación alrededor del mundo sobre esta problemática.[4]
4. ¿Porqué la tortura es considerada como un crimen de lesa humanidad?
La tortura es considerada como un crimen de lesa humanidad porque destruye la personalidad de la víctima, viola la dignidad intrínseca que posee todo ser humano y genera graves afectaciones en la salud física, psicológica, etc., de la persona vulnerada, que en algunos casos puede desencadenar en el fallecimiento de esta. Es por estos motivos que las Naciones Unidas definen la tortura como uno de los actos más aborrecibles que los seres humanos cometen contra sus semejantes. [5]
Sin embargo, la tortura persiste en todas las regiones del mundo, muy a pesar de que el derecho internacional prohibe la tortura en todas sus formas. Esta prohibición es vinculante para todos los miembros de la comunidad internacional, incluso si un Estado no ha ratificado todos los tratados internacionales en los que se prohíbe explícitamente, por lo cual la práctica sistemática y generalizada de la tortura se considera un crimen de lesa humanidad.
5. Recuperación de las víctimas de tortura
Sobre la recuperación de las personas víctimas de tortura, los centros de rehabilitación y de las organizaciones especializadas de todo el mundo señalan que se necesitan de programas especializados y de rápida actuación para que estas víctimas puedan llegar a superar aquellos traumas generados por la tortura, y continuar con sus vidas. Los especialistas destacan que esta es una acción necesaria, debido a que las consecuencias generalizadas de la tortura a menudo van más allá de afectar solo al individuo, pues pueden transmitirse de generación en generación y conducir a ciclos de violencia.
El Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura , el cual es administrado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Ginebra, se constituye como una herramienta humanitaria única y universal que ayuda a la recuperación de las personas afectadas, pues proporciona asistencia directa a las víctimas de la tortura y a sus familiares a nivel mundial.
Este Fondo canaliza contribuciones voluntarias a organizaciones de la sociedad civil que prestan servicios jurídicos, sociales, humanitarios, psicológicos y médicos. Los beneficiarios incluyen a defensores de los derechos humanos, personas privadas de libertad, niños, niñas y adolescentes, personas refugiadas y migrantes, víctimas de la desaparición forzada, pueblos indígenas, víctimas de violencia sexual y de género y personas LGBTIQ+, etc. [6]
6. Casos de tortura más relevantes a nivel mundial
Sin duda alguna son innumerables los casos de tortura que han conmocionado a la comunidad internacional; sin embargo, se intentará relatar algunos casos para dar cuenta de la crudeza de estos actos.
En Egipto, durante el levantamiento del 2011 contra el Gobierno, un grupo de 18 mujeres manifestantes detenidas fueron torturadas por autoridades mediante registros corporales sin ropa y “pruebas de virginidad” a las que las obligaron a someterse tras el desalojo violento de la plaza Tahrir, llevado a cabo por efectivos del ejército el 9 de marzo del 2011. Diecisiete de estas mujeres también fueron golpeadas, punzadas con porras eléctricas y amenazadas con levantar cargos de prostitución en su contra.
En Siria, se tiene el caso de los atroces abusos que se viven dentro de la prisión militar de Saydnaya. Personas que habían estado detenidas contaron que estuvieron en celdas abarrotadas, sucias, sin acceso a aire fresco, luz natural o ventilación, y fueron torturadas desde el momento en el que llegaron a la prisión. Las escasas sobras de comida se arrojan al suelo de las celdas, que estaba cubierto de sangre de las heridas de los presos.
Además, señalan que muchos de los presos habían sido violados u obligados a violar a otros reclusos. La tortura y otros malos tratos, incluidas palizas, en este lugar se emplean habitualmente no como un método para la “confesión”, sino como una forma de castigo y de degradación, que a menudo han causado lesiones permanentes, incapacidad e incluso la muerte de varios de los prisioneros en Saydnaya. [7]
También existen casos de tortura a personas de la comunidad LGBTIQ+, en Perú se tiene la sentencia histórica, emitida por la Corte IDH, por el caso Azul Rojas Marín vs. Perú, quien sufrió tortura por discriminación a manos de la Policía Nacional del Perú en 2008. Azul fue agredida física, sexual y verbalmente, con frases homofóbicas, por tres policías en una comisaría de La Libertad. Según relató Promsex, “la tocaron y desnudaron a la fuerza. Mientras dos de ellos la sujetaban de los brazos y piernas, un tercero le introdujo una vara de goma en el recto en dos ocasiones, lo cual le causó lesiones sangrantes”, mientras le exigían confesar el lugar se encontraba su hermano, quien era sospechoso de cometer un crimen. [8]
En adición, respecto a la pandemia por el COVID-19 es preciso tratar acerca de la situación de aquellas personas privadas de libertad quienes ya se encontraban expuestas al riesgo de sufrir tratos crueles, inhumanos y degradantes tras las rejas y en otros espacios confinados; sin embargo, la pandemia empeoró gravemente esta situación. Según estadísticas de Prison Insider, a mediados de junio del 2020, más de 78,000 personas presas contrajeron el COVID-19 en 79 países, y al menos 1,100 de ellas fallecieron a causa de este virus en las cárceles de 35 países. [9]
7. Reflexiones finales
En concordancia con las Naciones Unidas, la tortura es el acto más inhumano que puede cometer una persona en contra de otra, y la situación se agrava si se trata de una autoridad gubernamental que se aprovecha de la vulnerabilidad de otra para perpetrar estos actos que siempre han sido condenados por la comunidad internacional, es decir, no pueden justificarse bajo ningún motivo.
El uso de estos métodos de tortura socavan el Estado de derecho, y lo sustituyen por un Estado del terror. Ningún ciudadano puede estar a salvo en un gobierno que avale la tortura y la implemente como una política de Estado. Nadie debería aprovecharse del dolor ajeno.
Ciertamente, es necesario que los organismos internacionales puedan desarrollar mecanismos más efectivos para sancionar a aquellos Estados, autoridades y particulares que cometan este crimen; además, se debe velar por la pronta recuperación de las víctimas de tortura y sus familiares.
[1] Nᴀᴄɪᴏɴᴇs Uɴɪᴅᴀs. Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (adoptada y abierta a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984). <https://bit.ly/42X8TxQ>
[2] Aᴍɴɪsᴛíᴀ Iɴᴛᴇʀɴᴀᴄɪᴏɴᴀʟ. Tortura. <https://bit.ly/43Ywak7>
[3] Cᴏᴏʀᴅɪɴᴀᴅᴏʀᴀ Nᴀᴄɪᴏɴᴀʟ ᴅᴇ Dᴇʀᴇᴄʜᴏs Hᴜᴍᴀɴᴏs ᴅᴇ Méxɪᴄᴏ. Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura. <https://bit.ly/3NLzUzP>
[4] Nᴀᴄɪᴏɴᴇs Uɴɪᴅᴀs. Tortura: un crimen de lesa humanidad. <https://bit.ly/3pkKFzI>
[5] Nᴀᴄɪᴏɴᴇs Uɴɪᴅᴀs. Tortura: un crimen de lesa humanidad. <https://bit.ly/3pkKFzI>
[6] Nᴀᴄɪᴏɴᴇs Uɴɪᴅᴀs. Tortura: un crimen de lesa humanidad. <https://bit.ly/3pkKFzI>
[7] Aᴍɴɪsᴛíᴀ Iɴᴛᴇʀɴᴀᴄɪᴏɴᴀʟ. Tortura. <https://bit.ly/43Ywak7>
[8] BBC Nᴇᴡs Mᴜɴᴅᴏ. (2019, 28 de agosto). Azul Rojas Marín: la histórica denuncia de la mujer transgénero que acusa a la policía de Perú de violación y tortura. <https://bbc.in/44eVeTO>
[9] Nᴀᴄɪᴏɴᴇs Uɴɪᴅᴀs. (2020, 26 de junio). COVID-19 exacerba el riesgo de malos tratos y tortura en todo el mundo - Expertos de la ONU. <https://bit.ly/46phnk8>
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